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viernes, 27 de septiembre de 2013

2013, la ley de medios en Argentina HOY

Con respecto a la ley, elaboramos un artículo junto a una compañera sobre ésta y visualizamos ambas posturas para entenderlas mejor.
Vos que lees esto: ¿Sabés que medios consumís?, ¿crees que dicen la verdad o mienten?, ¿que garantía tenes sobre aquello?. Recordá que cada medio tiene una determinada postura y de acuerdo a sus convicciones moldean las noticias que por casualidad te pones a ver durante el almuerzo, cena, desayuno y merienda. Un consejo: No confíes plenamente en los medios. Informate más, y lee este articulo:



Público- Privado: una dicotomía contradictoria

           
            A partir del surgimiento del capitalismo, la dicotomía público- privado ha ido evolucionando hasta transformarse en lo que hoy en día tenemos como claro ejemplo la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, una ley que pone en evidencia las grandes pujas de poder entre el Estado y un grupo económico como lo es el Grupo Clarín, donde se visibilizan los intereses de ambos en cuanto a la comunicación “pública” o “privada”. 
            Antes de esta nueva forma de organización del orden social, lo público y lo privado se limitaban a las concepciones griegas de ‘oikos’ y ‘polis’. De esta manera, Martín Retamozzo en Notas en torno a la dicotomía público-privado: una perspectiva política expone que “mientras el oikos remite al espacio privado y el reino de la necesidad donde el padre gobierna los asuntos domésticos, el espacio público se constituyó en el propiamente político donde los hombres libres e iguales abordaban colectivamente los problemas comunes de la ciudad”. Sin embargo, una vez surgido el capitalismo, la división de clases y los nuevos modos de producción y de mercado, surgió también lo que conocemos hoy como Estados modernos.
            Estos Estados modernos tienen como principal objetivo el de, aparte de mantener el status quo entre las clases, intervenir en el mercado y de esta manera regular la libertad propia de éste. ¿De qué manera lo hace? A través del monopolio de las fuerzas coercitivas. Así, lo público (el Estado) y lo privado (el mercado) se transforman en una antinomia que, sin embargo, se relaciona constantemente y que precisa del otro para lograr funcionar.
            Entonces, una vez que el Estado logra regular ciertos factores del mercado se da un rompimiento en la “libertad” de ese mercado liberal, donde la propiedad es privada, algo de unos pocos. Pero, contradictoriamente, éste necesita del mercado para seguir en funcionamiento, ya que nace del mismo.
            En torno a toda esta contienda entre mercado y Estado, y así público y privado, se desarrolla la opinión pública, nada más y nada menos que – en un principio- aquello que pensaban los burgueses de la época, los dueños de los sistemas de producción, principales actores en las relaciones de compra-venta.
            De esta manera, si trasladamos esa situación al conflicto actual entre Clarín y el gobierno, órgano dinámico del Estado, se puede ver la necesidad de éste de regular e intervenir en los medios audiovisuales y así administrar las licencias de los mismos.
            En este debate se resuelve que quién defiende lo público es el Estado, mientras que lo privado es representado por el Grupo Clarín. Así, aquellos que defienden la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, exponen que “las regulaciones antimonopólicas, libertad de expresión, diversidad y pluralidad de voces” deben ser tenidas en cuenta en los actuales medios para poder garantizar una comunicación de carácter público. A diferencia de éstos, los que están en contra de la Ley, declaran que es “un retroceso en el crecimiento económico de los medios así como no contempla el desarrollo tecnológico”.
            Según los aspectos Feministas Radicales enunciados en el texto  de Martín Retamozo “cambiar el contenido y mantener la distinción es necesaria para obtener una nueva configuración que defina los ámbitos público – privado”. En un segundo aspecto se debe introducir la dinámica del conflicto (LdSCA) para expresar el poder y la disputa de estos dos ámbitos.
           
En el texto se coincide con varios aspectos citados de Jurguen Habermas con el estado defensor de la ley, que habla de esfera pública burguesa (espacio público).
            Los medios de comunicación ya dejaron de ser vistos como un único mercado y ahora se tienen en cuenta más aspectos que solamente los económicos. Como la producción de significado que los medios producen e informan constantemente al público. El Estado se encarga de decir que está a favor del público. Pero no dice si el público está a favor de esta ley. Son dos contrapartidas lo público o privado, y está claro qué es lo privado pero no qué es lo público.
            Retomando a Retamozo, éste aclara que se debe “concebir al campo público ya no como lugar armonioso y no conflictivo, sino como un lugar de disputa, donde la argumentación racional es una estrategia de construcción política. Pero que no supone la negación del conflicto”.
            El grupo Clarín como empresa privada se encarga de controlar mediante Cablevisión los canales que bajo sus intereses considere apropiados para que aparezcan sobre su grilla. Éste fue uno de los principales temas de debate que la ley establece a mayor pluralidad no solo de voces, sino de empresas que no están incluidas en el paquete de canales de Cablevisión y que se extinguen. El Estado bajo esta situación se encarga mediante la ley, de cumplir con lo que establece garantizando lo anterior. No obstante podemos considerar que debajo de lo público que el Estado garantiza también se dan intereses privados, de un sector (el gobierno). Existen intereses privados en ambas posiciones, lo que hace que la intención que tiene cada uno de plantearse como la antinomia del otro termina quedando en la nada, ya que ambos pretender dar con beneficios similares.


            Retamozo llega a la conclusión de que es necesario profundizar un campo público y a la vez muchos, valga la redundancia, espacios públicos construidos por públicos diferentes. De esta manera se garantiza la participación de los sujetos (público) sobre los asuntos comunes a todos (asuntos públicos).
            El título que elige la periodista Irina Hauser para la nota de Página 12, “Ideas opuestas sobre la libertad de expresión”, resume y pone un ejemplo para esta eterna dicotomía entre las definiciones de público y de privado, que sin embargo, se relacionan constantemente. Porque si público hace referencia a lo que es de todos, a lo que es de acceso colectivo, y lo privado, por el contrario, a lo que es de acceso restringido, donde los beneficios que se obtengan son sólo para un determinado grupo; podría quedarnos en claro esta tan citada dicotomía.
 Pero, por el contrario, constantemente se cae en definiciones simplistas que provocan  que no se vean en profundidad las características de cada una y que, si se las analiza correctamente, se las podría ubicar en “las diferentes concepciones de vinculación de lo social con lo político, del mercado con el Estado y de lo personal con lo colectivo”, como expondría  Retamozo. 
            A todo esto hay una contradicción o un problema de fondo mayor: si el mercado es el único lugar donde existe la libertad, pero éste es privado, es decir que sólo unos pocos tienen el poder de ejercer algún papel en él, y el expresarse es un derecho colectivo, público, de todos y al que todos podemos acceder ¿en dónde queda esa relación conflictiva de público-privado? Así, a través de un simple título, nos damos que cuenta de que estas dos definiciones que se proponen como antagónicas son, en verdad, la conjunción perfecta para brindar el equilibrio necesario entre la sociedad, el mercado y el Estado.
            Entonces, a modo de conclusión, el gobierno pretende mediante la ley regular un grupo multimedia de carácter privado con el objetivo de transformar la información (hoy tomada como una mercancía) y los medios que la divulgan, en una propiedad pública. Sin embargo, así también subyacen intereses mercantiles ajenos a una gran mayoría. Esta ley que pretende ser y velar por los intereses colectivos, no posee ningún artículo que contemple a los trabajadores de prensa, actores principales en la producción de la información. Entonces, en cuestiones como ésta, es donde se ven las grandes contradicciones en el discurso hoy tan masificado: lo público de todos y para todos, lo privado de algunos y para algunos. En ese ‘de todos y para todos’ los trabajadores, por ejemplo, no son contemplados en su entereza.
Entonces volviendo a la ley, se refiere a la  regulación de los servicios de comunicación audiovisual en todo el ámbito territorial de la Argentina y el desarrollo de mecanismos denominada puntualmente la “Democratización y universalización”. También hace referencia a los servicios de interés público, la desmonopolización, participación de cooperativas, más contenidos nacionales, igualdad de oportunidades entre otras.
¿Cuál es la postura que asume el grupo Clarín en estos debates por la ley? Los representantes del Grupo Clarín argumentaron que la aplicación de los cuatro artículos cuestionados de la ley de medios afecta la sustentabilidad económica de la empresa y a la libertad de expresión. Hicieron una crítica técnica a la ley, mientras que los allegados al Gobierno formularon exposiciones con una fuerte argumentación política. Las acusaciones por parte de los allegados al gobierno buscaron cada contraposición en Clarín afirmaron que "hay que terminar con la supremacía comunicacional del Grupo Clarín, que silenció un genocidio", mientras que se acusó al multimedio de "haber violado los derechos humanos".


Si esto lo llevamos a la dicotomía público privado podemos afirmar que es necesario y primordial considerar la discusión de los modos de organizar la ley. Porque una parte expone que es necesaria una nueva configuración que defina correctamente cada punto ley. Se debe reintroducir la dinámica de este conflicto en la sociedad para poder observar con atención en las dos contrapartes en cuanto a la jerarquización, asimetrías y relaciones de poder.

Suponemos entonces concebir al campo público no como un lugar armonioso y no conflictivo, sino como un lugar de disputa, donde la argumentación racional es una estrategia de construcción política. La pluralidad de posiciones que pueden articular una posición popular democrática para disputar en se campo público la transformación del orden social. Muy claras se ven las posturas y sus diferentes interpretaciones que una al igual que la otra son totalmente válidas. 
Porque es cierto que cada uno de los públicos puede particularmente obtener mejores posiciones en el orden social. La construcción de un bloque hegemónico parece difícil para redefinir la distinción público y privado de una manera móvil de manera tal que los sujetos puedan presentar a campo público aquellos temas que consideran que son necesarios de tratamiento político en un espacio que siempre será conflictivo y supone por la disputa de una configuración del orden social.

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